Ayer volví a casa con una preciosa orquídea y una tarjeta escrita en equipo por los alumnos de 5º A de un colegio... Ahora les diré el nombre. De algún modo, ellos habían relacionado mi obra Alas de mariposa con mi persona. La tarjeta es azul y en ella pintaron flores. Por dentro, numerosas frases relacionaban a Pequeño Juan o al señor Li con Pilar Alberdi. El otro día en una entrevista, una escritora me preguntó si se puede conocer el alma de una persona a través de lo que escribe. Afirme que sí, pero no sólo en lo que escribe. Cada uno de nosotros va diciendo al mundo quién es.
La orquídea ¿quién les habrá contado que me gustan tanto las plantas?, es de color granate y blanca. Ahora, cada vez que la riegue pensaré en los alumnos del CEIP Josefina Aldecoa de Rincón de la Victoria (Málaga), y recordaré su generosa acogida, así como el buen hacer de Juanjo, el profesor encargado de la biblioteca y de Rosa, la tutora de estos niños.
Desde donde está ubicado el colegio se puede ver el mar. El edificio es moderno, colorido. Su entrada sencilla nos recuerda que al principio había en aquel terreno unas aulas prefabricadas que intentaban cumplir con la necesidad de escolarización que existía en esas nuevas urbanizaciones. Aquellas aulas con el tiempo, dejaron paso a este edifico que se abre en un gran patio interior al cielo azul de Mediterráneo.
Me lo habían contado, pero es que lo he visto. En cuanto entras, los niños tienen su biblioteca a la que pueden acudir, incluso, en el horario de recreo, allí está Juanjo para recibir los libros prestados y para que se lleven otros, para asesorarlos en lo que haga falta, y con qué naturalidad entran los pequeños, solos o en grupos de dos o más, remueven entre los libros y encuentran portadas que les ilusionan, incluso textos que no sabrán leer todavía, pero que se llevan con ilusión. Y están los adolescentes, que saben lo que van a buscar y entran a la biblioteca con un papelillo en el que traen apuntado el título de un libro que han comentado en clase o en su casa.
Soy sincera si digo que mi verdadera vocación, la primera, fue la de ser maestra. Y como el destino es obcecado, ahora como escritora vuelvo a las aulas. Ahí estoy a gusto. Miro a los niños y veo el futuro. Me conmueve la vida; sobre todo ahora que la escribo aquí, «la vida»; porque cuando estoy entre los pequeños, como en esta ocasión en que realizamos la reunión en el aula, me siento a gusto. Y pasamos juntos, no una hora, sino dos. ¡Dos intensas horas!
Los niños con la ayuda de Rosa, su tutora, habían realizado un gran trabajo. A veces, algunos profesores tienen alas de ángel... Y se les notan. Saben estimular la curiosidad de los niños y protegerlos bajo sus alas cuando hace falta.
Leyeron Alas de mariposa y, además, completaron la tarea haciendo en sus cuadernos una ilustración nueva para la portada del libro y, por si esto fuera poco, escribieron un nuevo final. Y los resultados fueron sorprendentes para mí. Pequeño Juan y la mariposa adquirían nuevas apariencias en cada cuaderno, y me han hecho sonreír y admirarme de los finales que idearon.
Ellos, en su biblioteca, tienen un cartel que dice: «La biblioteca despierta tu imaginación». ¡Y así es! Allí estaba la prueba.
Como verán por las fotos, los niños tienen pequeños ordenadores y, además, de la pizarra convencional cuentan con una electrónica. En ella pude leer las palabras con las que definieron la obra: «educativa», «generosa», «guay», «chula»...Y también sé, que como ellos van a elaborar muy pronto un blog de la clase, estuvieron mirando el mío. De hecho, hasta yo pude verlo en grande en esa pantalla, un lujo para mi vista cansada.
Quisieron saber por qué decidí escribir, o por qué le di el nombre de «Curiosa» a la mariposa o el de «Li» al dueño de la tienda de antigüedades. Estas preguntas son importantes, porque al dar las respuestas ellos pudieron comprobar que los escritores hacemos «nuestro puchero» de nuestra vida, por decirlo, de algún modo, y ellos de eso saben bastante porque tienen varios huertos ecológicos en el colegio...Yo he leído mucha poesía oriental, y hay numerosos poetas de nombre Li. Por lo tanto, casi fue natural que eligiese ese nombre para el anticuario chino. Y hay una persona importante en mi vida que se llama Juan, por lo que, por el cariño que le tengo, decidí poner ese nombre al niño. Se dio la casualidad de que hablando de la poesía oriental, nombré los haikus, y no se imaginan mi asombro... Ellos sabían de qué hablaba porque habían acudido a una charla sobre ese tema organizada por una institución oficial. ¡Qué maravilla!Y luego, por lo que me contaron, hasta escribieron haikus en clase.
Sí, esta vez, recogí la tiza de la pizarra y escribí cuando fue necesario; por ejemplo, para explicarles el famoso tema de que el 80% de lo que emitimos como mensaje a los demás depende de la actitud, de los gestos, de la mirada, y sólo el 20% de lo que decimos. Dibujé 10 palotes como cuando estábamos en primaria, y luego rodeé dos y a continuación ocho. De los primeros dije: «Estas son las palabras» y de los segundos «Esta es la actitud (mensaje corporal)».Como teníamos tiempo hasta les comenté qué hemisferio del cerebro se ocupaba de desentrañar cada uno de estos mensajes. Porque no se escribe sólo con palabras... Hay que mostrar ese 80% formado por las actitudes. Y también les escribí en la pizarra mi correo electrónico porque querían saberlo, y saben qué, unas horas después de llegar a casa, ya tenía varios emails de ellos. Además, me entregaron varios mensajes escritos en papel; una de las niñas me hizo un retrato; y me pidieron que firmase en las portadas que ellos habían realizado para el libro. Ahí me ven, incluso se puede ver la orquídea.
En fin, ¿de qué no hablamos? Esa es la cuestión. Es que tenían tantas preguntas... Y yo tantas ganas de comunicarme con ellos.
Me siento muy agradecida por los momentos vividos. Me han regalado unas horas de su vida en el colegio, y yo espero haberles dejado algo también, no sé qué, pero que les sirva para su futuro. Eso espero. Lo deseo de corazón. Gracias por la invitación.
Nota informativa:
CEIP Josefina de Aldecoa. (Junta de Andalucía)
Hola Pilar,aunque no tenga tu capacidad para escribir ni mucho tiempo ,quería agradecerte los buenos momentos que nos hiciste pasar con tu visita.
ResponderEliminarYo que soy "perro viejo" y que he vivido muchas
historias y tengo mi catálogo de sensaciones bien repleto senti muchas cosas con tus palabras y estoy convencido de que los alumnos y alumnas también ya que estuvieron sin pestañear escuchando a una mujer sencilla hablar de su vida ,de sus sentimientos de la escritura...
Espero poder contar contigo en más ocasiones.
Un beso Juanjo
Pilar se me olvidó comentarte que como ya se que te gustan las plantas .Te invito a que visites mi blog :
ResponderEliminarhttp://floramalaga.blogspot.com.es/
Soy un apasionado de la naturaleza y de las plantas y en el publico mis fotos y conocimientos de ellas.
Un abrazo Juanjo
Muchas gracias por tus palabras, Juanjo. Ya ves, me dejan hablar y se nos van dos horas... ¡Ja, ja, ja!
ResponderEliminarY, además, me despiden con regalos: mensajitos, un retrato, una preciosa orquídea.
Ahora mismo me paso por el blog.
Cariños a los niños.
Hola Pilar! Ya ha pasado una semana desde que estuviste en clase y tus palabras han dejado huella en los niños y niñas, y en mí.
ResponderEliminarEl viernes aprendí muchas cosas, como maestra y como persona: además de compartir tus conocimientos, vivencias y experiencias como escritora nos diste una gran clase de Educación Emocional, ¡Tan importante en esta sociedad del siglo XXI! Gracias.
Estoy emocionada con lo que has escrito; esa sutileza con la que nos enganchaste en clase se ha repetido en tu blog. Al igual que comentas que esa misma tarde algunos ya te habían escrito, Inés también leyó tu blog y escribió el sábado al correo de clase: “esta mañana al despertarme he cogido el ordenador y he puesto la página de Pilar ¿A que no sabéis qué…? Ayer escribió sobre nosotros… “ Cualquier comentario sobra.
“Alas de mariposa” ha estado presente en clase durante un mes. Los niños y niñas lo trabajaron bastante: tú lo reflejas muy bien. Como maestra y tutora me siento orgullosa.
¡Siempre tendrás un espacio en nuestra clase y en nuestro corazón!
Un beso. Rosa
P.D. Los picassianos te mandan un fuerte abrazo y un gran beso.
Muchísimas gracias, picassianos. Muchísimas gracias, Rosa. Estos detalles son los que dan sentido a obra como Alas de mariposa, pero en especial, a mi vida.
ResponderEliminarGracias por recibirme con tanto cariño.
Abrazos para todos.