jueves, 12 de noviembre de 2015

ENCUENTRO EN ARCHIDONA


Situada en un enclave especial, con serranía de pinos autóctonos, encinares y olivos, a la vera de amplios valles, destaca Archidona, como una joya, de ilustre pasado, que sabe conservar su legado. Causa una especial atracción la parte más antigua del pueblo, como queriendo subir por la Sierra de Gracia, hasta los restos de la antigua fortaleza.
Archidona cuenta con una población de poco más de 7.000 habitantes, de los cuales, una buena proporción son extranjeros, enamorados de esta tierra, en la que los siglos reunieron las vidas de distintos pueblos: fenicios, túrdulos, romanos y mozárabes, entre otros.
La villa, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1980, cuenta con un Museo Municipal, conocido con el nombre de Edificio de la Cilla o Casa Pósito, antiguo granero del pueblo, en el que el visitante puede hacer un recorrido histórico. También estaba instalado en él, el antiguo Ayuntamiento, dependencias que se conservan. Yo intentaré mostrar aquí, algunas fotos tomadas en su interior. Y a un paso de este edificio, también muy cerca de la plaza Ochavada, construcción barroca de 1786, está la Biblioteca Municipal «Dr. Ricardo Conejo Ramilo en donde mantuve un encuentro con estudiantes de instituto.
Antiguo Ayuntamiento (Museo Municipal)
En primer lugar me gustaría agradecer al Centro Andaluz de las Letras, la posibilidad de este acercamiento a los jóvenes lectores, y lo mismo al resto de instituciones y personas que facilitan estos encuentros. Por tanto, un agradecimiento especial a Soledad Nuevos Ábalos, responsable de la biblioteca, a su atención y su preocupación; a la orientadora Paqui, a la profesora, María Jesús, y a los estudiantes. Por supuesto, al departamento de cultura del Ayuntamiento. Y, también, a la radio y la televisión local que quisieron dar cuenta del evento, así como a la disposición del periodista, por sus palabras sobre la literatura. El cine como bien recalcó, y es algo que a todos gusta, no podría existir sin ese trabajo esforzado que suponen las obras de tantos escritores y de guionistas. Pero percibir, hoy en día, el trabajo de las personas que se dedican a la literatura, que mantienen, por decirlo de algún modo ese «fuego sagrado», es difícil, en una era tan visual como en la que nos encontramos.
La buena literatura no pasa de moda. Es la que tal vez no se conozca en su propio tiempo, pero sí llega a otro, al siguiente, finalmente, se quedará para siempre.
Caminos de Al Andalus, s.XII 
En esta ocasión, aunque son muchos los temas que se pueden comentar sobre la literatura infantil y juvenil, algunos de estos aspectos también se pueden encontrar en mi obra Escribir, he querido señalar que en general ha sido una literatura escrita por hombres. Esto también ha supuesto la pérdida de otras sensibilidades. Todavía, en el pasado siglo XX, era costumbre anglosajona que los libros escritos por mujeres, solo llevasen las iniciales de su nombre junto al apellido. De tal modo, que el hecho de ser mujer, no condicionase la primera recepción crítica de la obra, y no influyese en aquellos que pudiesen realizar un comentario literario, teniendo en cuenta que la mayoría de esos críticos eran hombres.
La literatura solo se puede aprender en la literatura. Para quien quiera dedicarse a esta labor, ese es el camino, no hay otro, comenzando por el conocimiento y el respeto, y aquí sí incido, a los clásicos. En este sentido, pienso que algunas obras de autores españoles deberían ser de lectura obligatoria en el colegio o en el instituto, si esto no se fomenta desde el Ministerio de Educación, el lugar que deberían ocupar en las librerías los clásicos acabará siendo usurpado por personajes variopintos propios de algunos programas de televisión, en general extranjeros, y que muy poco tienen que ver con la literatura. También debería mantenerse la asignatura de Filosofía en la secundaria si no queremos que se pierda el pensamiento crítico. Algo que cada día nos hace más falta.
Iglesia de la Victoria
Cada época tiene su literatura infantil y juvenil, sin duda, y muestra el trato que se da a este sector de la población; también es la consecuencia de una forma de estar en la vida, de mirar al mundo y a los otros, en la que se reflejan, a veces de manera directa y otras indirecta, lo económico y lo político, pero no solo eso. Las sensibilidades de las autoras y autores son la caja de resonancia de ese cosmos. Así, una obra como Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift (1667-1745) hablaba del encuentro con otros mundos, fantásticos en cuanto a la diversidad: seres diminutos, gigantes, caballos que son amos de los hombres, pero también de lo que representaban los viajes, y lo mejor de otras sociedades en comparación con la propia del autor. Esa obra, nos recuerda en su intencionalidad a las varias utopías que dieron los siglos anteriores, aunque sus postulados fueran, lógicamente, más serios. El personaje del libro de Jonathan Swift no solo viaje a Liliput, también lo hace a Brobdiñag, Lupata, Balnibarbi, Lunag y al país de los Hoyhnhnms. En este último los caballos son los amos de las personas, es interesante el tema, porque es una defensa indirecta contra el mal trato que recibían los animales en la vida real, y por suerte para la historia de estos, no han faltado otros escritores que también se preocupasen por ellos, pienso ahora en Víctor Hugo, o en Leopoldo Alas «Clarín» y su cuento ¡Adiós, Cordera, adiós!
Los distintos papeles que juegan las personas según el estamento social al que pertenecen y la forma en que se les trata y consideran a otros, queda muy bien reflejado en la obra Príncipe y mendigo de Mark Twain. Escrita en una prosa sencilla, dos adolescentes intercambian por un equívoco sus vidas. Cuando vuelven a recuperarlas, sus respectivas visiones del mundo han cambiado.
Libros sobre los que conversamos
La época de la Segunda Guerra Mundial nos dio autores de literatura infantil y juvenil, muy diferentes, algunos de ellos también pasaron por la terrible experiencia de la Primera Guerra. Por ejemplo, C. S. Lewis (1898-1963), creador del fantástico mundo, pero no por eso menos real en esencia, de las Crónicas de Narnia. El primero de sus libros se tituló: El león, la bruja y el armario. Esa bruja quiere inviernos sin Navidades. En este dato y otros que a un lector normal pasaran desapercibidos se percibe la presencia religiosa del autor, que siempre estuvo presente en su obra.
Como les contaba a los estudiantes se pueden detectar en este libro, en algunos pasajes especialmente, unos ecos de las formas de entablar las paradojas de Lewis Carroll, el autor de Alicia en el País de las maravillas, y Alicia a través del espejo. También ese armario por el que pasan los protagonistas al mundo imaginario nos recuerda el mágico tránsito de la realidad al mundo de la fantasía. No olvidemos que Carroll dominaba la lógica, no en vano era matemático.
Ernest Hemingway (1891-1961) es el autor de El viejo y el mar, una obra que puede interesar a cualquier adolescente. Se trata de conseguir una victoria, la del propio valer y la propia voluntad contra las situaciones adversas de la vida, y llegar a viejo también puede serlo. El anciano, con la colaboración de un adolescente, se ganará el respeto que por su edad parecía haber perdido ante la gente del poblado. Lo que refleja una cuestión que no es baladí, en el mundo actual, en que se da un lugar especial a la juventud, mientras se olvida el conocimiento y el respeto que merecen los mayores.
Otro escritor de la misma época es Antoine Marie de Saint-Exupery (1900-1944). Su obra El principito, muy simbólica, es narrada por un adulto que, además, es aviador como el autor.
Publicada en 1943, obtuvo un éxito internacional hacia 1970. El autor había fallecido en la guerra, en 1944. Es una obra con una crítica clara al mundo de los adultos y hacia la incomprensión de estos sobre el mundo de los niños. Esta obra, lógicamente, solo podía escribirse en ese tiempo, en que se tomaba en cuenta a los niños, y se realizaban interesantes estudios sobre psicología infantil y se prescribían razones para cuidarlos cada vez mejor. En cambio, un par de siglos antes, los niños de Europa en la época de la Revolución Industrial trabajaban hasta 16 horas, algo que podemos apreciar en las obras de Charles Dickens (1812-1870).
Otras cuestiones fueron planteadas, como por ejemplo, la importancia de la estética en el arte, en la literatura. Si los sentimientos del creador no están en la obra poco podrán expresar, tiene que haber algo especial en los colores de una pintura, en la forma de dibujar a una persona, en la manera de obtener una hermosa escultura de un frío bloque de granito, o simplemente en la sensibilidad con que se ordenan las palabras para crear un contenido que resulte conmovedor. Pero, sobre todo, en la manera en que se vuelcan los sentimientos sobre las páginas. Este, también es un tema importante.
Un dato: recuerdo que hace tres años cuando me presentaba en este tipo de encuentros llevaba conmigo un lector electrónico para explicarles en qué medio físico se podía realizar la lectura de un ebook. Hoy, apenas tres años después, y esto revela la profundidad del cambio casi todos los niños y adolescentes españoles tienen una Tablet, llevan encima un teléfono móvil y ya no necesito explicarles el tema.
El tiempo, como siempre ocurre en estas reuniones, no alcanza para tratar todos los temas que me gustaría. Mi esperanza, y con eso me conformo, siempre está puesta en que la reunión incentive una nueva lectura o colabore con una inclinación a la literatura. Escribir no es solo escribir libros, pero resulta esencial, incluso, para desarrollar tareas afines. Como siempre, también les incentivo a que si por cualquier motivo dejan de estudiar, recuerden que hay universidades a distancia, y que se puede estudiar para alcanzar conocimiento, no necesariamente para trabajar de algo afín a lo que se haya estudiado. El deseo de conocimiento debe ser lo verdaderamente vivo, ese deseo que en su día Aristóteles creyó ver en todas las personas.
Diálogo y esto no hay que olvidarlo viene de dia-logos, caminos de la razón. Y eso es lo que son estos encuentros entre los escritores y los lectores. Preguntas y respuestas que van surgiendo al hilo de la conversación.
En los últimos cinco minutos me referí a la poesía como esa otra cara de la filosofía, y hablé de algunos poetas españoles como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Rafael Alberti, y les leí el poema El aburrimiento de este último, recordándoles que los tres forman parte de una Memoria Histórica que no hay que olvidar, porque uno fue fusilado en la Guerra Civil, y los otros dos tuvieron que exiliarse.
Hoy, el aburrimiento, se diluye ante pantallas diversas, sin embargo, ese no tener qué hacer o ese tener tiempo para hacer algo, fue no hace mucho, una parte sustancial del bagaje de los futuros artistas y escritores.
Antes de regresar a su instituto, los jóvenes estudiantes me regalaron una carpeta con trabajos de investigación que habían realizado sobre mi obra. Son ocho trabajos en grupo y uno individual, este último, aunque recuerdo al estudiante que me lo dio, no trae firma. El resto, pondré sus nombres aquí, son: Roberto, Benjamín, Pablo A., Juanfran, Gonzálo, Mario y Jeremy; Ana, Natalia, Gracia, Lucía, Nuria, Marta; José, Patri, Ángel, Marta, Pablo, Ángela; María, Alba, Germán, Alejandro, Eduardo; María José, Hugo, Mónica, José Miguel, y José Ángel; Jesús, Saray, Víctor, Paula, Antonio.
También recibí un ejemplar del libro dedicado al XIII Concurso de relato corto Ochavada. Concurso patrocinado por el área de Cultura del Ayuntamiento de Archidona en colaboración con la biblioteca. Una interesante iniciativa en la que pueden participar alumnos de primaria, secundaria, y adultos. Por cierto, uno de los estudiantes presentes en este encuentro, estaba entre los autores.
Por mi parte dejé libros para la biblioteca del instituto Luis Barahona de Soto y para la biblioteca municipal.
Desde aquí, mi agradecimiento a todos.




Enlaces interesantes:

Enlace a datos en la Wikipedia sobre Archidona

Peña de los enamorados. Enlace a la leyenda y a la ruta de paseo.

Enlace a Ruta de Washington Irvin a su paso por Archidona

Página web de Blas Infante, escritor y político, autor de la letra del Himno de Andalucía, que estudió bachillerato en Archidona, interno en las Escuelas Pías, hoy el IES Luis Barahona de Soto.

sábado, 10 de octubre de 2015

PRÓXIMO ENCUENTRO EN ARCHIDONA


Dentro de las actividades programadas por el Centro Andaluz de las Letras, tendré un encuentro con jóvenes lectores, de 12-13 años, el próximo 10 de noviembre, en Archidona.Circuito: Letras Minúsculas. Letras jóvenes.
Archidona es un bello pueblo de la zona nororiental de Málaga. Destaca por el hermoso paisaje que lo rodea, su fortaleza (en la foto), y su plaza. En 1981, la ciudad fue declarada Conjunto Histórico-Artístico por su patrimonio arquitéctonico y barroco.Además, como todas las villas de la zona tiene un pasado donde confluyen en distintas épocas diversas culturas:fenicios, turdulos, romanos, musulmanes, mozarabes, entre otros.
Desde 2004 se realiza la Muestra de Cine andaluz y del Mediterráneo, que precisamente se celebra, en estos días.

Más información sobre Archidona en los siguientes enlaces:
Página web del Ayuntamiento
Centro Andaluz de las Letras - Junta de Andalucía.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

ENCUENTRO LETRAS MINÚSCULAS, LETRAS JÓVENES EN LOJA

Junto a los alumnos del colegio Victoria


Por: Pilar Alberdi

Llegué a Loja, temprano, con tiempo de caminar un rato entre su gente, de tomar un café en un bar, de oír a los tertulianos. Hablaban de la lluvia, de cómo cuando decide caer a baldazos por Andalucía, da unos buenos sustos. Y es verdad, las calles estaban vestidas todavía del polvo que había dejado la pasada tormenta del viernes. Y la prueba de que el otoño quería apuntar maneras, la teníamos en el cielo, todavía nuboso, sin querer abrirse en claros, negando el espacio a los colores que tan fácil saltan a los ojos en Granada.
Antigua Casa de Cabildos
Después de aparcar, el primer encuentro con el pasado de este pueblo de frontera medieval fue la Antigua Casa de Cabildos. Imponente, con su reloj de sol en lo alto, y con un recuerdo para su poeta.
Bajando y subiendo escaleras, recorriendo calles, entre nuevos edificios y antiguas propiedades que parecen olvidadas por el tiempo, una escultura con tres palomas trae un recuerdo en contra de la violencia y el terrorismo. Más allá, el mercado, y la Biblioteca.
Y ya buscando el Pósito, el espacio de cultura al que debía acudir, aprovecho para contarles que este edificio se levanta sobre lo que fuera el antiguo depósito de granos del pueblo, lo veo aparecer de repente, al filo de una plazuela, portentosa su figura, con un bellísimo pórtico. A un paso de allí, una antigua puerta mozárabe de la época medieval (s. XII-XIII) nos habla de cómo los tiempos de la historia confluyen en el presente.
Después de saludar a Juan y a Antonio, los técnicos de este espacio cultural, fuimos hacia la sala; mientras desde la calle se elevaba ya, la algarabía, el bullicio que forman 50 niños entrando y subiendo por las escaleras, en compañía de sus maestras, Pilar y Carmen.
Así, después de los primeros saludos dimos lugar a la poesía, a la narrativa, a las preguntas y respuestas que fueron surgiendo. Tras comentarles que estaba allí gracias al Centro Andaluz de las Letras que promueve estas reuniones, aproveché para indicarles que esta entidad había convocado un concurso literario para niños y jóvenes, sin duda, una excelente oportunidad para participar. Al preguntarles si entre los presentes había alguna futura escritora o escritor mi sorpresa fue enorme, porque creo que el 90% de las manos se levantaron al mismo tiempo, algo que no me había pasado nunca en este tipo de reuniones, y las maestras corroboraron que era cierto, que les gusta mucho escribir.
Pues, algo me quedaba claro ya de entrada, con semejante público, me tendría que esforzar, tenía una hora por delante para conseguirlo. Así que con la intención de sumar mi granito de arena al apoyo a la lectura comencé hablando de libros para niños que me gustan, es más los llevé conmigo: Canción de Navidad de Charles Dickens, les expliqué de que iba y también les comenté que lo leo todos los años antes de las fiestas navideñas. El siguiente libro fue El Mago de Oz de L. Frank Baum, esta historia la conocían por la película. Bien, a mí es una novela que me resulta especial. Una niña que sabe lo que quiere (volver a Kansas) con tres personajes que buscan algo que poseen, pero que ignoran que lo tienen; en el caso del espantapájaros, un cerebro; en el del leñador de hojalata, un corazón, y en el del león, valor. También comentamos algo sobre Mary Poppins de R. L. Travers; de Harry Potter de Rowling; de los cuentos de Andersen, aquí los sorprendí, habrán pensado ellos, «¡Qué nombre tan raro!¿Quién será ese señor?» , pero cuando les recordé los títulos de algunos de los cuentos, sí que los conocían: El patito feo, por ejemplo. Y también sabían de la estatua que hay de este autor en el paseo marítimo de Málaga. Y claro, no podía faltar una de mis obras favoritas, llevé Platero y yo, porque nunca olvido el día que una maestra de primaria nos leyó la primera página. De verdad, no recuerdo si leyó más, creo que no, pero a mí que tendría unos pocos años, con aquella página me bastó, hasta que lo leí completo en la adolescencia y aquel ambiente moguereño resplandeció con luz propia. Aproveché a comentarles que Platero es como el resumen de los varios burros que poseyó o conoció Juan Ramón, y les hablé, porque en el pasado visité la casa del poeta, de la cuadra que hay en el patio, lugar en donde alguna vez estuvo alguno de aquellos borriquillos que se convirtió en Platero. «Platero es pequeño, peludo suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro». Así comienza. Ya que estaba con Juan Ramón, y hablando de poesías, retahílas, adivinanzas, les comenté de la enorme sonoridad de algunos poemas que no fueron especialmente escritos para niños, pero que valen para ellos. Este es el poema que les leí y que escucharon atentamente:

Canción de invierno

Juan Ramón Jiménez

Cantan. Cantan.
¿Dónde cantan los pájaros que
Cantan?
Ha llovido. Aún las ramas
Están sin hojas nuevas. Cantan.
Cantan
los pájaros. ¿En dónde cantan
los pájaros que cantan?
No tengo pájaros en jaulas.
No hay niños que los vendan. Cantan.
El valle está muy lejos. Nada…
Yo no sé dónde cantan
Los pájaros ―cantan, cantan―
los pájaros cantan.

De verdad que el poema iba como anillo al dedo. Yo misma había salido de Málaga con la carretera limpia por la lluvia.
Creo que uno o dos de los niños me dijeron que habían leído Platero. Ya lo leerán, tiempo al tiempo, aún son pequeños.
Después sí, les hable de mis obras, de Alas de mariposa que quizá, es la más adecuada para su edad. Les conté un poco, les leí para que supieran cómo suena, qué ritmo tiene, que emociones produce, y para tentarlos, para que sin conocer el final, fuesen otro día a la biblioteca de su colegio a leer el ejemplar que iba a dejarles.
Ellos me hicieron preguntas y yo también. Supongo que piensan que una habla de otro mundo cuando les dice que en nuestra niñez no teníamos televisión o que apenas había objetos de plástico. Ahí, los sentí pensativos, como haciendo cuentas de cómo sería aquel mundo, entonces me preguntaron a qué jugaba, y yo les dije que a la rayuela, al corre-corre que te pillo, al escondite, a policías y ladrones, a la comba, o salíamos con patines y bicis… Y sonrieron, como sólo pueden sonreír los niños que juegan. Eso sí, se me olvidó decirles también que jugábamos a las «payanas», en Argentina este es un juego con cinco piedritas que se van lanzando al aire mientras se recogen las que quedan en el suelo, pero esto, seguro que lo contaré otro día, en otro encuentro. Sin embargo, me pillaron en una cosa, sí. Aprovechando el comentario de que de niños veíamos poca televisión, yo les dije que lean mucho, y haciéndome la marisabidilla les pregunté: ¿si conocían algún personaje de los libros que leían que viese la televisión? Y ahí me dieron la sorpresa. De repente veo varios niños que levantan el brazo para contestar y otros que mueven la cabeza afirmativamente mientras sonríen, como diciendo, esa respuesta me la sé, así que les pregunté cuáles personajes, y uno de los niños me contestó: «Bob Esponja». Y sí, tonta yo, porque ellos leen, y tonta yo de no darme cuenta que para ellos Bob Esponja es tan válido como Platero. Esto es lo malo de hacerse adulto.
El Pósito.Centro cultural.
Y entonces llegó el final, sí como en todas las historias. Y la foto, juntos, en grupo, que casi se nos olvida. Y los saludos de despedida, y ese revoloteo de pajarillos que alzan el vuelo hacia la calle, y esos cinco o seis niños que aprovechan el último instante de la despedida para contarme qué escriben, y sí, hasta novelas, y cuentos, me dicen. Y hasta me hablan de sus personajes, y yo, que encantada me quedaría una hora más para poder oír esas historias, y ellos que se tienen que sumar al grupo de compañeros cuyas voces se alejan. Pero nos queda lo que vivimos, pienso, cuando la sala está vacía, y todavía escucho sus voces en la calle, y comienzo a recoger los libros para volver a casa.
Así fue el encuentro en Loja. De regreso a Málaga, no llovió, pero a la noche cayó una buena tormenta. Hoy, entre el aroma de los jazmines que todavía creen que están en verano, vuelven los colores a esta bella tierra.


jueves, 3 de septiembre de 2015

PRÓXIMA VISITA: LOJA (GRANADA)



Dentro de las actividades programadas por el Centro Andaluz de las Letras, y en concreto, para el Circuito Letras Minúsculas, Letras Jóvenes, tendré el placer de visitar la ciudad de Loja en la zona poniente de Granada, casi límite con Málaga.
El encuentro con los pequeños lectores de 8 a 10 años será el próximo 29 de septiembre a las 10 horas.
Será para mí un encuentro doblemente deseado. Es una localidad que he visto tantas veces como he viajado hacia Madrid, es como ese punto crucial que nos dice que tras dejar la hermosa Granada vamos a entrar en Málaga. En la zona, como tantos viajeros he parado a descansar del viaje. Por tanto, conozco su belleza que intentaré atrapar en fotos el día de la visita. Loja posee un patrimonio monumental declarado de Interés Cultural, como es el caso de su catedral o la alcazaba. Está rodeada o cruzada por varios ríos (Genil, Manzanil, Frío, Salado), en algunos de ellos hay piscifactorías de truchas y esturiones, y en el campo se cultiva el olivo y el espárrago verde.
Entre inviernos fríos y veranos cálidos, han nacido en ella gentes que forman parte de la historia como el poeta Ibn al Jatib, nacido de una familia árabe yemení, en aquel Al-Andalus que sigue presente en el tiempo.
Puedo decir con alegría que siento ya el placer de acercarme muy pronto a Loja, de escuchar con atención las historias que los niños puedan contarme; y yo también les contaré las mías. Hablaremos de cuentos, de novelas, de poesía, de lo que es escribir y de escritores, en suma, de aquello que intenta retener miméticamente, como diría Aristóteles, la vida.

Aquí encontrarán más información sobre Loja y su gente.
Loja
Página web del Ayuntamiento de Loja
Poeta Ibn al Jatib
Poemas de Ibn al Jatib
Derechos Foto: Diario Sur (Loja. Blog Objetivo Andalucía)




viernes, 26 de junio de 2015

"ALAS DE MARIPOSA" EN ÁMERICA


Agradezco a los lectores de América la buena acogida de "Alas de mariposa" que la Editorial Bambú (Grupo Casals) ofrece dentro de su Plan Lector.
Más información en el siguiente enlace.

viernes, 14 de noviembre de 2014

ENCUENTRO CON NIÑOS DE ÁLORA

Pilar Alberdi

Hermosa acogida en la escuela Miguel de Cervantes de Álora. Prometía un día con lluvia pero se equivocó la previsión del tiempo y es que en Málaga, lo de llover, poco. y como avisando.
Pero antes de contarles de este encuentro con los pequeños lectores, les quiero comentar lo que se ve antes de llegar a Álora, huertas con frutales (naranjos, limones...), también está en el Valle del río Guadalhorce (importante vía fluvial en el pasado), la estación del ferrocarril. En los montes cercanos, pequeñas motas blancas nos reclaman la mirada sobre casas y fincas que miran al mar. En muchas de ellas, viven residentes de origen extranjero, que como me han comentado en la Biblioteca Municipal, colaboran con esta institución para organizar prácticas informales de inglés con jóvenes estudiantes de secundaria de Álora, que se encuentran ya a punto de dar el paso desde los estudios medios a la universidad.
La serranía que rodea a Álora esconde increíbles tesoros, como el que comparte con los municipios de Antequera y Ardales, el conocido paraje llamado Desfiladero de los Gaitanes.
De Álora, tenemos además la palabra viva del Romance, aquella que comienza: “Álora, la bien cercada”, y ahí está el castillo, que nos remite a tiempos pasados y confluencia de culturas. Imagínensela en la sierra, esta población es a primera vista un entramado de casas blancas que parecen escalar todas juntas hasta la cima. Si se me permite la comparación la visión tiene algo de las Casas Colgantes de Cuenca o de la ciudad de Toledo.
Pero, si muchos tesoros tiene Álora, entre sus estrechas calles empinadas y sus alegres balcones con flores, sin duda, lo mejor está en sus habitantes, he tenido la ocasión de comprobarlo. Por eso, desde estas líneas quiero dar mi sincero agradecimiento, en primer lugar a los niños, por compartir su tiempo, su imaginación y sus lecturas, conmigo. Por su atenta escucha, por permitirme conocer algunas de sus ilusiones. Ellos saben muy bien que la literatura es un legado que se transmite entre generaciones y que cuando se escribe, se crea un mundo, de tal manera que si la historia es buena, permanecerá en el tiempo. Buscamos ejemplos, y varias veces se repitió el nombre de una novela excepcional, El Quijote. Yo les comenté el Cuento de la lechera, que ellos conocían, y que aparece por primera vez en una compilación de narraciones persas recogidos en el libro Calila y Dimna, allá por el año 700 d. C., y que ha llegado hasta nuestros días.
Mantuvimos la reunión en la biblioteca del colegio. Un espacio luminoso y acogedor. ¿Por qué será que el amor a los libros es algo que se percibe cuando hay verdadero cariño y respeto y se distingue hasta en los más mínimos detalles? Mirad, las podéis ver en las fotos, pero las escribo aquí, estas son las palabras que regían la sala: «Cada libro leído es un camino recorrido. Cada página un tesoro, cada palabra un latido».
También quiero agradecer la presencia de los profesores, la de integrantes del Club de Lectura de la Biblioteca Municipal que quisieron participar generosamente de este encuentro, y la cordialidad y buen hacer de la responsable de la Biblioteca Municipal Tomás García, María Eloísa Puertollano Cañadas,
y la del director del colegio Miguel de Cervantes, don Mateo Martín Prieto, así como al Ayuntamiento de Álora que ha colaborado para que la visita se realice y la ha recogido en su página web.
Resumiendo: «Me llevo más de lo que di», creo que estas fueron mis últimas palabras de agradecimiento.Además, siempre hay detalles que quedan de un modo especial en el recuerdo, y que guardaré muy especialmente, por ejemplo, ese niño que ahora distingo en las fotografías de los grupos escolares, que se me acercó y me tomó fuertemente de la mano, o la niña que me comentó que había leído la contraportada de uno de los libros y que ahora que quedaba allí un ejemplar lo iba a leer, o la otra niña que prestaba atención desde la primera fila de bancos y ya apunta, como me comentaron con ilusión, oficio de escritora.
Me quedo, pues, con sus miradas expectantes, con sus sonrisas, con sus manos alzadas para hacer preguntas. Quizá no sepan los niños cuánta alegría y esperanza transmiten. Son lo mejor que tenemos. Brindo por Álora y sus gentes, y, muy especialmente, por estos pequeños que son su futuro.



Notas:
Organizó el encuentro el Centro Andaluz de las Letras a través del circuito «Letras Minúsculas. Letras Jóvenes»,
En los siguientes enlaces pueden encontrar más información de la visita:
Página web del Ayuntamiento de Álora
Facebook del colegio Miguel de Cervantes de Alora.

jueves, 2 de octubre de 2014

PRÓXIMO ENCUENTRO CON NIÑOS


Gracias al Centro Andaluz de las Letras, el próximo 12 de noviembre, tendré un encuentro con los niños de Álora. La reunión será en la Biblioteca Municipal.
Me encantará estar en este bello pueblo de Málaga, situado junto al Valle del río Guadalhorce, donde no falta una rica vegetación y hermosos huertos, y en un entorno donde se escribió el célebre romance fronterizo o noticioso, Romance de Álora. Si puede valer como referencia literaria posterior, cabe decir que por allí pasó Miguel de Cervantes Saavedra, ejerciendo como recaudador, de 1587 a 1593.
Voy al encuentro, pues, de ese pasado, pero también del presente y del futuro. Intuyo que será un feliz encuentro con niños de entre 11 y 12 años.Me encantará saber de sus lecturas y de sus escritos.Os contaré más. Ahora, aprovecho para dejaros aquí este magnífico romance fronterizo o noticioso:


Romance de Álora

Álora, la bien cercada, tú que estás en par del río,
cercóte el Adelantado una mañana en domingo,
de peones y hombres de armas el campo bien guarnecido;
con la gran artillería hecho te habían un portillo.
Viérades moros y moras todos huir al castillo;
las moras llevaban ropa, los moros harina y trigo,
y las moras de quince años llevaban el oro fino,
y los moricos pequeños llevaban la pasa y el higo.
Por cima de la muralla su pendón llevan tendido.
Entre almena y almena quedado se había un morico con una ballesta armada,
y en ella puesto un cuadrillo. En altas voces decía, que la gente había oído:
-¡Tregua, tregua, Adelantado, por tuyo se da el castillo!
Alza la visera arriba, por ver el que tal le dijo; asestárale a la frente,
salido le ha al colodrillo. Sacóle Pablo de rienda, y de mano Jacobillo,
estos dos que había criado en su casa desde chicos.
Lleváronle a los maestros por ver si será guarido.
A las primeras palabras el testamento les dijo.

Autor: anónimo.


Os dejo también un estudio crítico de este romance y el enlace al Ayuntamiento de Álora.

Foto: © Web del Ayuntamiento de Álora: